English / Edward Hasbrouck / Counterpunch - Un caso de la Corte Suprema que desafía el requisito de que los hombres, pero no las mujeres, se registren en el Sistema de Servicio Selectivo para un posible reclutamiento militar está obligando al Congreso a tomar una decisión que ha estado evitando durante décadas: terminar el registro de reclutamiento o expandirlo a mujeres jóvenes así como a los hombres jóvenes.
La elección no es entre continuar con el registro de reclutas solo para hombres (que probablemente resulte inconstitucional) y expandir el registro a mujeres. La verdadera elección es si ampliar el registro a las mujeres o ponerle fin por completo. Los proyectos de ley para cada una de esas opciones se presentaron en la última sesión del Congreso y es probable que se vuelvan a presentar en los próximos meses como parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional anual.
Esta es una elección sobre el militarismo, no una elección sobre la igualdad de género. Ampliar el registro de reclutamiento a las mujeres generaría una apariencia de igualdad en la guerra (aunque es probable que las mujeres en el ejército aún estén sujetas a acoso y abuso sexual desproporcionado). Poner fin al registro de proyectos traería consigo una verdadera igualdad en la paz y la libertad.
El año pasado, una Comisión Nacional de Servicio Militar, Nacional y Público recomendó ampliar el registro de anteproyectos a las mujeres. Pero la Comisión nunca consideró seriamente la posibilidad de poner fin al registro, a pesar de que no pudo plantear ningún escenario realista que lo justificara.